- Filo: Chordata.
- Clase: Mammalia.
Los armadillos muestran una cubierta protectora de piel endurecida, tipo armadura, sobre su cabeza, lomo, costados y extremidades.
El armadillo de nueve bandas es la especie que podemos ver con mayor frecuencia. Se trata de un mamífero primitivo que presenta de 8 a 10 bandas óseas alrededor de la parte central de su cuerpo, lo que le permite cierta flexibilidad. La coraza ósea y su piel de cuero, equivalen a la sexta parte de su peso total.
Son animales de cuerpo robusto, con patas cortas y musculosas que les permiten moverse con cierta rapidez. Las extremidades poseen garras semejantes a uñas, que el armadillo utiliza para obtener el alimento y para excavar sus madrigueras. La longitud del cuerpo es de 35-57 cm; la de la cola es de 24-45 cm, y alcanza un peso de 2,5-6,5 kg. Los machos son más pesados que las hembras.
Se encuentran distribuidos por el sur de Estados Unidos, América Central y Sudamérica. Al oeste de los Andes llegan hasta el norte del Perú; al este de los Andes llega hasta Uruguay y Argentina. Es el armadillo que cuenta con una distribución más amplia. Es bastante frecuente en todo el Paraguay, tanto en la región oriental como la occidental. Se hallan en cuevas o huecos de gran variedad de hábitats de áreas secas, como por ejemplo el Gran Chaco americano, y se dispersan a otras zonas, como la región oriental del país. Los científicos especulan que las diferentes especies de armadillos se desarrollaron en la zona del Gran Chaco, y de allí se dispersaron por el resto del continente.
Es un animal de hábitos nocturnos, muy escurridizo y tímido. Se orienta por el olfato y su agudo sentido de la audición. Al igual que muchos otros armadillos, cava un sistema extenso de madrigueras interconectadas, de 0,5 a 3,5 m de longitud. Tiene la habilidad de excavar ocho o diez madrigueras diferentes, a veces con una profundidad de tres o cuatro metros. Se retira a uno u otro de estos abrigos; de ellos depende en sus desplazamientos, para protegerse en caso de peligro, o simplemente para descansar, cosa que hace gran parte del día. Por las noches se aventura en campo abierto para cazar insectos y larvas, de los que se alimenta. Consume casi todo tipo de alimento, desde hormigas y aves, hasta frutas o raíces, alimentándose principalmente de lombrices, caracoles, pequeños anfibios e insectos, aunque prefiere las termitas y las hormigas. Complementa su dieta con raíces tuberculosas.
Es de hábitos terrestres y solitarios, aunque puede compartir una madriguera con otros de su especie.
Las crías generalmente son cuádruples y del mismo sexo, esto se debe a que después de la fecundación, el cigoto se divide en cuatro, dando lugar al desarrollo de cuatro crías ideáticas (mellizos). De todos los armadillos, esta especie es la más fértil, lo que explica por qué son los más frecuentes de encontrar.
El período reproductivo es de agosto a noviembre. La gestación dura 120 días, y comienza unos tres meses después de la fecundación, es decir, que las hembras retienen los óvulos fecundados para que el nacimiento coincida con la época del año más propicia para las crías (ovoimplantación diferida). Alcanzan la madurez sexual al año de edad. Las crías son mantenidas en su madriguera hasta que llegan a la edad necesaria para valerse por sí mismas. Durante ese tiempo, los pequeños son amamantados por la madre antes de enseñarles a capturar insectos.
Esta especie es la única conocida que puede inflar sus intestinos con aire y flotar para cruzar ríos; además, puede realizar apneas de 6 minutos, logrando cruzar por el fondo de pequeños ríos de correntada. Puede saltar 90-120 cm de altura en el aire, siendo un particular peligro en las carreteras.
La caza y la destrucción del hábitat han puesto en peligro la supervivencia de algunas especies, como por ejemplo el armadillo gigante o el armadillo de tres bandas. La carne sirve para consumo humano y dado su sabor, es conocido como el «siete carnes», pues se asemeja a la de pollo, conejo o cerdo. Los campesinos suelen deshuesar el animal y preparar la carne dentro del caparazón para consumirla asada, frita o en guiso.
El caparazón y la cola son empleados para prácticas medicinales; se dejan tostar y se muelen hasta obtener un polvo fino que es hervido en agua y bebido por las mujeres que pasan por su primer embarazo, según dicen, para combatir las molestias que éste causa. Además, parece ser que cura la inflamación y el dolor de oído, y mezclado con la propia grasa del animal, que elimina las varices.