Cerdo hormiguero africano


  • Filo: Chardata.
  • Clase: Mammalia.

El cerdo hormiguero es un mamífero placentario nativo de África, que habita en las sabanas y zonas boscosas que le proporcionan el alimento.

Es un animal solitario y nocturno, y la única especie superviviente de su orden. Es considerado un «fósil viviente», ya que conserva caracteres primitivos que se han perdido en euterios más avanzados, como por ejemplo, la presencia de diez cromosomas.

Su semejanza con los osos hormigueros americanos y los pangolines, es sólo aparente y debida a la convergencia evolutiva. Todos han desarrollado adaptaciones a su estilo de alimentación, consistente en atacar directamente nidos de hormigas y termitas, como por ejemplo, una lengua muy larga y unos dientes especialmente modificados. Los parientes más cercanos del cerdo hormiguero son las musarañas elefante, junto con los sirénidos, hyraxes, tenrecs y elefantes.

A pesar de su nombre, la relación del cerdo hormiguero con los cerdos auténticos es muy distante. Cuando los primeros colonizadores holandeses llegaron a Suráfrica a finales del siglo XVII y avistaron el animal por primera vez, encontraron que se asemejaba a un cerdo doméstico, así se dio origen el nombre de Aardvark, que significa «cerdo de tierra».

El pelaje es ralo y grueso en la cara, cuerpo y cola. Es más largo en las extremidades. Este pelo es más oscuro en las patas y tiene un color más claro en el cuerpo, a pesar de que a menudo se ensucia con tierra. Es de color pardo en la parte superior y rojizo en la inferior. El cuerpo del cerdo hormiguero es bastante grande, algo parecido al cerdo, con una cabeza alargada; el hocico, similar al del cerdo, es tubular y flexible, con la punta roma; orejas largas, puntiagudas y erectas; un cuerpo pálido, en masa y arqueado. Este animal digitígrado tiene patas anteriores cortas pero fuertes. Las posteriores tienen cinco dedos cada una, pero las anteriores carecen de pulgar. Los dedos presentan uñas grandes y fuertes con forma de pala aplanada, a medio camino entre zarpas y pezuñas.

Pesan típicamente entre 40 y 65 kg, con una longitud mediana, de entre 1 y 1,3 metros, aunque se han observado algunos ejemplares de hasta 2,2 m de longitud.

Su piel es dura, con escaso pelo erizado. La cola es larga y musculosa, de tipo canguro. Tiene una circunferencia de unos 40 cm en la base y se afina hacia la punta. Los ojos están rodeados por una serie de pelos que tienen una función sensorial. Son daltónicos, lo que no representa un problema dado sus hábitos nocturnos. Su vista es deficiente, lo que se evidencia por el hecho de que tropieza con frecuencia con árboles y otros obstáculos cuando corre. Uno de los caracteres más distintivos de los tubulidentados es la estructura dental, que da nombre al orden. En lugar de tener una cavidad pulpal, los dientes presentan una aglomeración de tubos delgados, rectos y paralelos, hechos de vasodentina (un tipo modificado de dentina) con canales pulpares individuales compactados. Los dientes carecen de esmalte, de forma que se desgastan y regeneran constantemente, y no tienen raíz. Los cerdos hormigueros nacen con incisivos y caninos normales delante de la mandíbula, que más tarde caen sin ser sustituidos. Los adultos sólo tienen molares y premolares en la parte posterior de la mandíbula.

Los cerdos hormigueros poseen un oído muy fino, gracias a sus orejas largas y erguidas. Cuando bajan a sus madrigueras subterráneas, pliegan convenientemente sus orejas para que no les estorben durante la marcha.



Son animales principalmente nocturnos. Excavan la madriguera flexionando y extendiendo las patas anteriores repetidamente y utilizando los cuatro dedos para sacar tierra. Crean una red de hogares provisionales en su territorio, y una madriguera principal que usan para reproducirse. La madriguera principal puede ser profunda y extensa, con varias entradas estrechas de una longitud de hasta 13 metros, mientras que las madrigueras menos importantes, pueden ser tan pequeñas que apenas entra la cabeza del animal. Las madrigueras suelen ser austeras y la única «comodidad» es una cama de tierra suelta. El cerdo hormiguero cambia periódicamente la configuración de la madriguera principal, y de vez en cuando se muda para crear otra. Esto resulta útil para multitud de animales, desde la mosca tse-tse a facóqueros o perros salvajes, que aprovechan las madrigueras abandonadas para refugiarse.

Son solitarios y sólo comparten la misma madriguera entre una madre y sus crías, incluso en zonas con una alta densidad de población, los diferentes individuos vivirán sin compartir madriguera.

Estos animales temerosos, salen por la noche a recorrer su territorio (10-30 km). Se sirven de su agudo sentido del olfato para rastrear hormigas y termitas, de las que se alimentan (mirmecofagia). Comen hormigas en verano, que son más abundantes, y termitas cuando las hormigas escasean. Cuando descubren un nido, lo excavan con sus potentes patas anteriores. A pesar de que se mueven bastante lentamente, son capaces de excavar con bastante rapidez. Al igual que el pangolín, sus zarpas les permiten romper la corteza extremamente dura de los hormigueros y termiteros, mientras que cierra la nariz y la densa maraña de pelo de sus orificios nasales evita que le entre polvo. Una vez ha vencido las defensas externas de los insectos, su dura piel lo protege de las picaduras, mientras ingieren una enorme cantidad de ellos con su lengua larga y pegajosa, de hasta 30 cm de longitud. La lengua atrapa los insectos, que son capturados por crestas situadas en el paladar. Pueden comer hasta 50.000 insectos en una noche.

En épocas difíciles, los cerdos hormigueros pueden complementar su dieta con pequeños animales como ratones, larvas de escarabajos, langostas u hongos, también con semillas de melón.

Los machos sólo se acercan a las hembras para copular durante la temporada de apareamiento. Esto, junto con el hecho de que cubren distancias más grandes que las hembras, hace pensar que son animales polígamos. Apenas se tiene conocimiento de las primeras fases del embarazo, pero se sabe que después de siete meses, suele nacer una única cría (en ocasiones dos). En libertad, se han observado nacimientos en un periodo que comienza al mes de mayo, y que puede durar hasta entre junio y noviembre, dependiendo de la zona geográfica; mientras que los ejemplares en cautividad, dan a luz en cualquier momento del año (especialmente en febrero, marzo y junio).

El neonato pesa unos 2 kg y mide aproximadamente 55 cm. Nace calvo y sin dientes, pero con las zarpas muy desarrolladas, y es capaz de salir de la madriguera para acompañar su madre después de tan sólo dos semanas. El pelo empieza a salir después de cinco o seis semanas. A la edad de catorce semanas, las crías ya comen termitas; el destete se produce dos semanas después. Con seis meses, los cerdos hormigueros ya son capaces de excavar sus propias madrigueras, a pesar de que a menudo permanecen con la madre hasta la siguiente temporada de apareamiento. Alcanzan la madurez sexual sobre los seis meses de edad, y al cumplir su primer año de vida, ya han logrado las dimensiones del adulto.

No es una especie en peligro de extinción, aunque cuentan con una gran cantidad de enemigos, entre los que se encuentran los perros, serpientes, chimpancés, leones, leopardos y, sobre todo, el hombre.