Grulla coronada cuelligrís


  • Filo: Chordata.
  • Clase: Aves.

Las grullas, de características piernas largas, y sus parientes, constituyen una variedad de aves que parecen diferentes en cuanto a apariencia física, pero que están relacionadas por aspectos de su anatomía interna, como la falta de buche en su sistema digestivo.

Además de la grulla propiamente dicha, este grupo incluye, entre otros, rascones y gallinetas acuáticas, avutardas, jacamines trompeteros y la tigana o pavito de agua.

Las grullas son las aves de los superlativos, no sólo porque pertenecen a uno de los grupos más antiguos, que se remontan al Paleoceno (hace unos 60 millones de años), sino que también son las de vida más larga, habiéndose registrado en los ejemplares en cautividad, índices de vida de 70 y 80 años. Por otra parte, son las más altas de las aves voladoras, que pueden llegar a medir hasta 1,8 m.

La grulla coronada cuelligrís o grulla real gris es fácil de identificar por su cresta o «corona» dorada, a la que debe su nombre, así como por su habilidad para posarse en los árboles, en los que pernocta, algo que otras grullas no pueden hacer. Son, desde el punto de vista evolutivo, las grullas más antiguas.

Tiene un plumaje gris oscuro, siendo más claro conforme se acerca a la cabeza. Las alas son blancas y al final tiene plumas de color dorado y marrón. La cabeza, negra y blanca, tiene unas bigoteras rosadas y ojos azules. Presentan una bolsa inflable en la garganta de color rojo brillante.

Mide aproximadamente 1 m de alto y pesa 3,5 kg, con una envergadura alar de dos metros. Los machos tienden a ser ligeramente más grandes.

Esta ave no migratoria, se encuentra tanto en tierras pantanosas como en campos cultivados de la sabana africana, al sur del Sáhara.

A diferencia de las grullas más acuáticas, la grulla real gris posee un pico gris relativamente corto, pero fuerte y versátil, con el que atrapan fácilmente los insectos, cogen las semillas de los tallos herbáceos y pacen entre la vegetación tierna, al modo de los gansos. El cuello y las  patas son largos, lo que les permite vadear entre las gramíneas, y los pies son grandes, delgados, adaptados para mantener el equilibrio durante la defensa o el agarre. Su presencia no pasa desapercibida debido a su grito chillón. Pocas llamadas en el mundo de las aves llegan tan lejos. La tráquea está alargada y forma una espiral dentro del esternón: la extensión del órgano amplifica así el sonido.

Vuelan con el cuello extendido hacia adelante, y también estiran las patas por detrás de su corta cola, aunque si el tiempo es frío, las doblan y las esconden bajo las plumas del pecho. Sus grandes manchas alares blancas sobre el plumaje gris, son visibles durante el vuelo y la exhibición.

Son animales omnívoros y oportunistas, que se han adaptado durante los últimos mil años aprendiendo a beneficiarse de los campos de cultivo. Mientras buscan alimento, caminan con pasos pesados para espantar a sus presas potenciales, y viajan con los mamíferos grandes para alimentarse de los insectos que saltan a causa de sus movimientos. Complementan su dieta con plantas, semillas, granos, ranas, gusanos, serpientes, peces pequeños y los huevos de los animales acuáticos.

Las parejas realizan una especie de «baile de cortejo» para exhibirse entre ellos, dando saltos y emitiendo un dúo de retumbante «llamada al unísono», durante el cual macho y hembra profieren sonidos sincronizados pero diferenciables, que pueden ser escuchados a varios kilómetros. Esta exhibición sirve para identificar el sexo de cada ejemplar, también para reforzar los vínculos de pareja y defender el territorio de cría. Las grullas son monógamas, y con el inicio de la primavera o la temporada de las lluvias, la pareja se retira a zonas de pasto aisladas, donde establece un territorio de cría que defiende con energía y que puede cubrir varios miles de hectáreas.

La puesta consiste en 4 o 5 huevos. El nido es una plataforma de hierba y otras plantas de la vegetación de humedales de altura. La incubación se realiza por ambos sexos y dura 28-31 días. La hembra empolla generalmente por la noche, y el macho lo hace durante el día. El ave que no está en el nido, se encarga de buscar el alimento. No inician la incubación hasta completar la nidada, de manera que todas las crías eclosionan a la vez. Los polluelos abandonan el nido a los 56-100 días. Los huevos son de color blanco sucio. Los polluelos son precoces, pueden valerse por sí mismos tan pronto salen del cascarón, y volar a las 10 semanas de vida.

La belleza y elegancia de estas aves es legendaria, lo que ha supuesto que sean reverenciadas por muchos pueblos indígenas. Por desgracia, se encuentran entre las más amenazadas de las aves del mundo: 9 de las 15 especies se encuentran actualmente en riesgo, y la responsabilidad recae por entero  en el género humano.

La grulla coronada cuelligrís es el ave nacional de Uganda y está presente en la bandera del país y el escudo de armas.

Sigue siendo común en la mayor parte de su área de distribución, pero se enfrenta a las amenazas a su hábitat debido al drenaje, el pastoreo excesivo y la contaminación por pesticidas. Su población mundial se estima entre 58.000 y 77.000 individuos. En 2012 pasó de la categoría de «Vulnerable» a «En Peligro» por la UICN.