Topo dorado del Cabo


  • Filo: Chordata
  • Clase: Mammalia

Los insectívoros: estos mamíferos pequeños, en su mayoría nocturnos, tienen una dieta que consiste principalmente en invertebrados, como insectos, arañas y gusanos. La anatomía de estos animales difiere de acuerdo con la especie y el estilo de vida, pero generalmente sus ojos y orejas son pequeños y el hocico largo, delgado y móvil, con 5 dedos con garras en cada pata y dentadura muy primitiva. Unos son terrestres, como los erizos; otros, como los topos, están adaptados para horadar, y algunos son semiacuáticos, como el tenrec palmípedo.


Los topos dorados africanos (crisoclóridos) forman una  familia separada de los otros topos (talpidos).
El topo dorado del Cabo tiene el pelaje corto, suave, tupido y lustroso, típico de los topos, que puede ser de color oliva, marrón o gris, según la dirección de la luz. Es un animal compacto y redondo.
En la zona de las mejillas el pelaje se vuelve de color pajizo. Posee unas patas rosadas, con enormes uñas en las delanteras, y un escudete frontal liso, de color rosado.
A pesar de su nombre, el topo dorado del Cabo no es originario de Asia, sino que es endémico de una diminuta zona en el oeste de la provincia de El Cabo, en Sudáfrica. Se encuentra principalmente en zonas de sabana.


Su hocico posee un cojinete de nariz sin pelo, sus ojos, diminutos, están cubiertos por la piel; las orejas son minúsculas también, y cada pata posterior tiene dos garras cavadoras. Todas éstas son adaptaciones para su vida en túneles.
Alcanza una longitud de 9-14 cm, su peso no se ha registrado. Carece de cola.
Es solitario, y come gusanos, larvas y otras criaturas del suelo que encuentra mientras excava, o que han caído dentro de sus túneles más usados.
Se ha comprobado experimentalmente que un topo dorado adulto es capaz de levantar un peso de nueve kilos sólo con la cabeza.