- Filo: Chordata.
- Clase: Mammalia, Primates.
El babuino gelada o gelada de pecho rosado, es una especie de primate endémica de las tierras altas de Etiopía. Al igual que el resto de babuinos, son terrestres y pasan el tiempo alimentándose en las praderas.
Algunos autores incluyen al gelada dentro del género Papio, pero desde 1979, se le ha incluido en un género separado, el Theropithecus. Theropithecus gelada es la única especie superviviente, aunque se conocen al menos otros dos linajes separados en el registro fósil.
A pesar de que los geladas están restringidos hoy a Etiopía, existen registros fósiles del género procedentes de Sudáfrica, Malawi, República Democrática del Congo, Tanzania, Uganda, Kenia, Etiopía, Argelia, Marruecos, España e India. Su medio natural consiste en zonas rocosas donde la vegetación es escasa y no sobrepasa los arbustos. Rara vez acceden a zonas de vegetación alta y aún más raro es que trepen a los árboles. Habitan en elevaciones superiores a los 1.800 metros, llegando hasta los 4.400 metros sobre el nivel del mar. Es de hábitos diurnos, permaneciendo durante la noche en grietas y cavernas en las rocas.
Puede distinguirse de los otros babuinos por la piel de vivos colores de su pecho. La mancha está poco definida y, en los machos, está teñida de rojo y rodeada de pelo blanco. En las hembras, la mancha está bastante menos pronunciada. Sin embargo, cuando hace calor, la mancha de las hembras se torna brillante y salpicada de ampollas. Este proceso es similar a la hinchazón de las nalgas durante el estro, algo común entre los babuinos.
El gelada es grande y robusto. Se cubre con piel de una coloración marrón oscura, el pelaje es grueso. La cara es oscura y los párpados pálidos. Sus brazos y pies son casi negros. Su cola corta termina en un mechón de pelo. Los machos adultos lucen una capa larga y pesada de pelo en la espalda. El gelada tiene un rostro lampiño, con un hocico corto que está más cerca en apariencia al de un chimpancé que al de los babuinos. Tiene bien desarrolladas las callosidades isquiáticas.
Existe dimorfismo sexual en esta especie: en promedio, el macho pesa 18,5 kg, mientras que las hembras, más pequeñas, alcanzan un promedio de 11 kg. La longitud de la cabeza y el cuerpo es de 50-75 cm para ambos sexos. La longitud de la cola es de 30-50 cm.
El gelada cuenta con varias adaptaciones para su terrestre y graminívoro estilo de vida. Toma el pasto, tallos y semillas que componen su dieta con movimientos rápidos y hábiles de sus manos; los dedos son pequeños y robustos, adaptados para tirar de la hierba, con unos incisivos estrechos y pequeños preparados para masticar. Permanece sentado mientras come. Tiene un paso único, conocido como el «andar shuffle» (se desplaza arrastrando los pies). Debido a esta marcha, la grupa del gelada queda oculta, y por lo tanto, no está disponible para su visualización; su pecho rojo brillante, sin embargo, sí es visible.
Viven en pequeños grupos compuestos por un macho, varias hembras y sus crías. Estas pequeñas bandas se unen con otras para alimentarse, formando grupos de hasta 350 individuos. Ocasionalmente se han visto reunidos a más de 650 geladas alimentándose (que se dispersan al poco tiempo), formando subgrupos más pequeños entre ellos dentro de ese conjunto.
Cada grupo ocupa un área de acción, que puede tener secciones en común con el área de acción de otra banda vecina. Estas áreas de acción son de 1 a 3 kilómetros cuadrados, pero es posible que una banda se extienda a ocupar, o visitar, 10 kilómetros cuadrados.
Se alimentan preferentemente de hierbas, comiéndose la planta entera, incluidas semillas, raíces y tallos. Tienen los pulgares oponibles más desarrollados de los monos del Viejo Mundo, lo que les permite separar con gran destreza las hierbas para encontrar las partes más nutritivas. Se sabe que también comen fruta en alguna ocasión.
Normalmente tienen una cría por parto. El período de gestación es de unos seis meses. Se les estima una longevidad de aproximadamente 20 años.
Los ejemplares adultos utilizan un variado repertorio de vocalizaciones para diferentes propósitos, tales como: contacto, tranquilidad, sosiego, la solicitación, la ambivalencia, la agresión y la defensa. Se sientan en círculo y «charlan» uno con otro. En cierta medida, las llamadas están relacionadas con el estado de ánimo del individuo. Además, las hembras emiten un tipo de llamada indicando el celo. También se comunican mediante gestos. En posición amenazante vuelven los labios superiores hacia sus fosas nasales, mostrando sus dientes y encías, y tirando hacia atrás de su cuero cabelludo para mostrar los párpados pálidos.
A pesar de que no se les considera una especie amenazada, se cree que sólo existen unos 50.000-60.000 ejemplares. La caza y la destrucción de su hábitat han forzado a estos animales a penetrar en las áreas habitadas por los papiones oliva, y se han observado casos de hibridación entre ambos grupos. Además, en la parte más al sur de la meseta de Amhara, los geladas machos son asesinados cada dos años para utilizar sus melenas en las ceremonias de bienvenida a la madurez.